Las bayas
de la planta Pollia
condensata son
capaces de de reflejar hasta el 30% de la luz que reciben. Un estudio reciente
realizado por físicos de la Universidad
de Cambridge
dirigidos por Silvia Vignolini acaba de desvelar el motivo de
su intensa y brillante coloración.
El color
y brillo de la baya no se debe a sus pigmentos, sino a la estructura laminar y
asimétrica de su celulosa.
La
superficie de las bayas está compuesta por cuatro capas de células con
estructura diferente que amplifican la luz recibida antes de reflejarla. Este
fenómeno convierte a la especie Pollia condensata en el ser vivo más brillante del planeta.
Esta
estructura refleja únicamente la luz azul del espectro lo que motiva su
coloración azul eléctrico.
El motivo
de esta adaptación natural es hacer las bayas atractivas a ciertas especies de
pájaros que las transportan a sus nidos como elementos ornamentales por su
color intenso, con el objeto de atraer a las hembras durante el cortejo. Una
forma de hacerse visible y dispersar sus semillas en un radio muy amplio con un
consumo mínimo de energía.
En el
estudio se han analizado diferentes especímenes conservados durante más de cien
años y se ha observado que el brillo no se ha degradado con el tiempo.
Existen
más animales que no utilizan pigmentos para crear colores intensos e
iridiscentes: escarabajos como Phalacrognathus
muelleri,
mariposas como las del género Morpho.
Todos
ellos logran menor intensidad en su brillo que Pollia condensata.
La planta
se puede encontrar en las regiones boscosas de África.
Los
investigadores creen que el estudio de esta baya puede permitir obtener nuevos colorantes con aplicaciones en la industria
de alimentos partiendo únicamente de la celulosa, una sustancia totalmente
inocua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario